Principios de la cromatografía de afinidad
En general, la cromatografía de afinidad se compone de una fase estacionaria (fase sólida) y una fase móvil (Fig. 1). La fase móvil es su lisado celular o cualquier mezcla que contenga biomoléculas. Un ligando que se une a la molécula objetivo se une covalentemente a la fase sólida. La interacción entre la fase sólida y la móvil se aprovecha mediante cromatografía de afinidad para obtener la sustancia deseada en forma pura. La molécula diana se une al ligando, mientras que la mayoría de las demás moléculas fluyen a través de él. La biomolécula objetivo se eluye cambiando las condiciones (pH o concentraciones de sal) o compitiendo con un ligando libre. La propiedad más importante que debe tener la fase sólida es la inmovilización del ligando. Varios materiales como acrilatos o geles de sílice son apropiados. Para evitar la interferencia estérica de la molécula diana con el ligando, se une un inhibidor a la fase sólida. Este inhibidor se conoce como espaciador (Fig. 2). El espaciador clásico es un inhibidor que contiene una cadena hidrocarbonada (espaciador CH2). Los productos químicos como el bromuro de cianógeno o el epóxido pueden funcionalizar la fase sólida con cadenas de hidrocarburos que dan como resultado varias longitudes de cadenas de carbono según el producto químico (Tabla 2).
La Fase Estacionaria
La fase estacionaria de una cromatografía de afinidad, también denominada fase sólida, consta del núcleo, el espaciador y el ligando y, en ocasiones, un ión metálico que se acopla al ligando (p. ej., purificación con etiqueta His).